A
nivel nacional e internacional desde muchas décadas atrás ha existido un consenso
sobre la relevancia de promover una cultura de pensamiento científico. Para esto es importante la alfabetización científica
de la ciudadanía que incluye la comprensión de la ciencia y sobre la naturaleza
de esta.
Según
Retana y Vásquez (2019), se reconoce la indagación como modelo didáctico de
referencia para la enseñanza de las ciencias, ya que contribuye a la
comprensión de la naturaleza de las ciencias, mediante prácticas de formulación
de problemas, diseño de investigaciones, interpretación de datos, desarrollo de
modelos, etc.
Comprendiendo
todas las ventajas que constituye la educación de la ciudadanía a nivel científico,
se tiene claro y es evidente que Costa Rica tiene la necesidad de establecer una
estrategia integral en todo el proceso de enseñanza y aprendizaje de las
ciencias desde la educación formal hasta la universitaria (Vargas, 2012).
El Ministerio
de Educación Pública a centrado la mayor parte de sus esfuerzos en la expansión
de la cobertura del sistema educativo y el de la permanencia de los estudiantes
en el sistema a toda costa.
Sin
embargo, en materia de ciencias no ha tenido una visión clara que estimule la
alfabetización científica de los estudiantes y la ciudadanía en general.
Es
importante destacar la creación en la década de los noventa de los Colegios
Científicos, donde se estimula la indagación y se enfatiza la educación en área
de química, física, biología y matemática en jóvenes de 15 a 18 años que
muestren aptitud por las ciencias como tal, sin embargo, representa solamente
el 1% de la población estudiantil costarricense (Vargas, 2012).
Exposición científica (2016). Tomado de La Nación
En
contraste se tiene a nivel macro que la educación actualmente presenta:
·
Educación básica muestra baja cobertura del
ciclo diversificado.
·
Estudios de reprobación y repitencia en la
educación secundaria, muestran que las materias que más reprueban son Biología,
Física, Química, Ciencias y Matemática.
·
Los datos del Ministerio de Ciencia y
Tecnología (MICIT) del 2009 indican que sólo un 14% de los graduados
universitarios tenían vínculo con las áreas de ingeniería y tecnología.
·
Del 2011 – 2014 sólo se publicaron 440
artículos científicos
·
No existen prioridades de inversión para
investigación y desarrollo.
·
La utilización de tecnologías de la información
y la comunicación (TICs) han impactado positivamente en la formación de nuevos
conceptos y ha fortalecido la enseñanza y aprendizaje en las ciencias.
·
Pruebas PISA en 2010 revelaron un bajo dominio
en ciencias y matemáticas por parte de estudiantes costarricense, en edades
promedio de 15 años.
·
El MEP no tiene controles que garantice la
calidad de los docentes que contrata.
·
La UNED es la única universidad que tiene la
carrera de profesorado y bachillerato en la Enseñanza de las Ciencias Naturales
acreditada por SINAES.
·
Los docentes egresados 37% provienen de
universidades públicas y 63% de universidades privadas.
·
Los docentes de I y II ciclo tienen poco
contacto con el quehacer científico.
·
La estructura curricular vigente en la
educación general básica y el ciclo diversificado que rige en Costa Rica se
definió desde los años setenta.
·
En el sistema persisten brechas en materia de
infraestructura y oferta educativa que afectan de modo negativo a zonas
rurales, a centros públicos y a ciertas direcciones regionales, principalmente
aquellas que se ubican en zonas costeras y fronterizas